Te voy a contar uno de mis mejores trucos de viaje. La lata-cocina u hornillo casero me salvó en muchas ocasiones y de hecho, estoy convencida, que ayudó enormemente a no gastar tanto durante el viaje por Latinoamérica.
Es un secreto que me contó un duende. Sí, sí, un duende ¿Cómo llamas tú a un hombre que va vestido de verde con un gorro de punta y un zurrón de donde salen galletitas de la alegría? Yo, duende.
Y ese duende que me encontré en la Isla del Sol, en el lago Titicaca, Bolivia, fue el que me contó este secreto. Él lo utilizaba para hacer sus galletas… Yo lo convertí en uno de mis aliados en aquel gran viaje.
Pues sí… Aquí va el secreto de la lata-cocina u hornillo casero.
La lata-cocina u hornillo casero
Pero bueno, ¿qué es la lata-cocina? Pues tal cual lo que dice su nombre, es un culo de lata que sirve como un pequeño fogón.
¿Cómo? Sí, has leído bien. Con el culo de un par de latas puedes construir un hornillo casero con el que prepararte la comida. Además, pesa menos que un hornillo de camping y te sale más barato. De hecho, es un truco empleado en supervivencia.
Y, ¿qué necesito para construir esta cocinilla? Pues vas a necesitar:
- Dos culos de lata tamaño refresco o cerveza
- Unas tijeras o cúter
- Alcohol (de farmacia, 97° es ideal)
- Mechero
Aquí te dejo este video en el que puedes ver cómo construir tu lata-cocina y hornillo casero:
Cuando tengas la lata-cocina preparada solo tienes que echar alcohol en el interior y prenderlo con un mechero. Las llamas saldrán por los agujeros de la lata.
Al ir a cocinar recuerda tener paciencia, pues el tiempo que tarda en cocinar es mayor que si lo haces en tu casa. Se supone que si estás de viaje no estarás pensando en las prisas, aprende a valorar el tiempo.
TRUCO: Si introduces un trozo de algodón o un poco de arena, el alcohol se consume más lentamente.
Espero que este secreto te haya ayudado y que te sea tan útil como lo ha sido para mí. Te aseguro que puede suponer un gran descenso en tu presupuesto para comer. Podrás comprar en el mercado y cocinarte allí donde estés, ¿no está nada mal, eh?
¿Conocías la lata-cocina?
¿Lo usarías alguna vez tus viajes?
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