Al viajar por Malasia te das cuenta de la mezcla que se respira en el país. Estás observando un templo hindú cuando de repente escuchas una llamada a la oración, desde un minarete. Al salir te topas con un restaurante de comida tradicional china, y por un momento te crees que estas en Shanghai. Pero no, no has salido de Kuala Lumpur.
Esta mezcla es el resultado de la historia de Malasia. Los aromas a especias de todo el mundo se agolpan en tu nariz para confundirte ¿Estoy en India o en una medina marroquí? En ninguno de los dos. Sigues en Malasia.
Historia de Malasia
Porque Malasia es un encuentro vivo de culturas. Su turbulenta historia ha situado a personas de muchos rincones del mundo en este territorio. Y es que su posición geográfica convierten al país en el centro de un vaivén de culturas que llegaron aquí movidas por el comercio. Eso he hecho que la historia de Malasia lleve un camino algo distinto que la historia general del Sudeste Asiático.
El comercio ha traído a Malasia muchas cosas, buenas y malas. Ha traído riqueza y diversidad. Pero también trajo dominación y colonialismo.
Llegó el comercio
A este territorio selvático e indómito llegó en el siglo XV el Islam. Y llegó para quedarse. Comerciantes chinos también llegaron a la región e instalaron aquí sus empresas azucareras. Y también llegaron para quedarse.
Los portugueses hicieron lo mismo, llegaron y comerciaron. Le siguieron los holandeses. Y después los británicos. Estos últimos también quisieron quedarse.
Los británicos terminaron estableciendo su hegemonía en Malasia. Y chinos e indios inmigraron al país para alimentar las necesidades de la economía colonial inglesa.
En 1795 ocuparon Malaca, que entonces pertenecía a los holandeses. La bella Malaca. Con sus casas portuguesas, holandesas y británicas. Con sus templos budistas y sus mezquitas, sin duda una de las ciudades más bonitas que ver en Malasia.
Y los ingleses estuvieron dominando la zona hasta que en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, los japoneses ocuparon la península de Malasia.
El nacionalismo e independencia
Fue el detonante para que surgiera en los malayos el nacionalismo. Ese sentimiento de pertenencia y unión. Ese sentimiento que te identifica con tu vecino. Y con el de tipo que vive en la región del norte que también consideras tuya. Ese sentimiento que hace nacer países.
Así fue como los malayos expulsaron a los japoneses y lucharon contra los británicos.
Consiguieron que en 1957 se formara la Federación Malaya. Y en el 63 logran independizarse de Inglaterra de manera formal (sí, hace, prácticamente, nada). Pocos años después, en el año 65, Singapur se independizó de Malasia formando su propia república.
Hoy en día
Aunque Malasia se denomina democracia la corrupción del sistema político ha mantenido en el gobierno al mismo partido desde el año 1957, el Barisan Nasional.
Un joven país que no deja de mirar al futuro y que, gracias al comercio, hoy en día de petróleo y aceite de palma, se presenta como uno de los países más poderosos del Sudeste Asiático.
Un lugar donde chinos, indios, europeos y árabes se juntaron, comerciaron y con el tiempo dieron lugar a Malasia, ese país encuentro de culturas.
¿Conoces algo de la historia de Malasia?
¿Sabes de más culturas que convivan en el país?
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