La costa del Pacífico es un lugar maravilloso para los amantes del surf. Desde Chile hasta EEUU hay una gran cantidad de playas donde poder subirse a la tabla y disfrutar de las olas. Para mi ese lugar fue Perú. Más concretamente Pacasmayo, en el norte del país.
Pacasmayo es un pueblo a 70 Km de Chicama, donde se encuentra la ola izquierda más larga del mundo para surfear.
No se caracteriza por ser bonito la verdad. Es un pueblo bastante normalito en el desierto del norte peruano. Lo que hace que los ocres y los marrones sean los colores predominantes en el conjunto.
La zona de la playa tiene algo más de encanto, sobre todo la zona donde están las barcas de los pescadores, el atardecer desde ahí es sensacional.
El resto del paseo esta ocupado por puestos en los que se vende ropa y souvenirs. Y alguna terraza o puesto de comida.
Pero, a pesar de ser así, Pacasmayo cuenta con gran cantidad de turistas que llegan en busca de olas.
Al contar con una olas de ensueño la zona está llena de surferos de todas partes del mundo. Principalmente brasileños, que llegan buscando esas olas increíbles.
Los locales no se quedan atrás y se puede ver gran cantidad de niños dándolo todo con las tablas.
Aunque hay una gran cantidad de surferos la costa es alargada y no hay problema para encontrar un sitio donde ponerse y no tener que pelear por las olas.
El mejor spot esta en el faro. No esta muy lejos del pueblo pero ir cargando con la tabla es un engorro. Puedes llegar en tuk-tuk hasta allí con la tabla. Si quieres también te puede esperar hasta que termines y llevarte de vuelta (están acostumbrados), algunos también llevan buenas cámaras para fotografiarte mientras surfeas, si lo quieres. O puedes dejar que la marea te lleve de vuelta a Pacasmayo
Cuando llegué a la zona no había hecho surf nunca pero como iba a estar unas semanas trabajando por allí decidí que debía intentarlo. Y fue genial. El surf combina cosas que me encantan: el mar, la sensación de velocidad cuando vas subido en la ola y el agotamiento físico al terminar.
Pero Pacasmayo no es nueva en esto del surf, aquellas costas llevan más de 1000 años viendo gente surfear.
Los Mochica y los Chimú, que habitaron la región (y nos dejaron ciudades como Chan-Chan) ya tenían sus propias tablas, los caballitos de totora.
Fueron los pescadores de estos grupos los primeros en probar la emoción de surcar una ola. Y lo mejor de todo es que hoy en día los pescadores siguen utilizando el mismo sistema.
Además de hacer surf, puedes aprender de esta milenaria tradición pesquera o visitar algunos de los yacimientos arqueológicos de los primeros remontadores de olas de Perú, que se encuentran en las cercanías de ciudades como Chiclayo o Trujillo.
Sin duda uno de los grandes destinos para los amantes de las olas. Donde las antiguas tradiciones aún se conservan y hacen que el surf se respire por todas partes.
Durante las semanas que estuve en Pacasmayo me alojé en el Hotel El Mirador. Habitaciones limpias y las mejores vistas de la ciudad. Merece la pena subir a su torre para ver atardecer. Buen ambiente, relajado y cuenta con un bar para tomar algo cuando vuelves de surfear.
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2 respuestas
Muy bueno Julia, disfruta en Asia!
Muchas gracias Alex! Me alegro que te haya gustado 😀