Cuentos, historias y leyendas inundan las tradiciones de Islandia. La leyenda islandesa sobre los protectores del país dio lugar al origen de su escudo.
Aunque el origen de la leyenda me ha sido imposible averiguarlo, debe ser anterior al siglo XX, dado que una versión del escudo actual, con los protectores, empezó a ser utilizado en el 1919.
Leyendas islandesas
Lugares en Islandia con leyenda
Los protectores del país: leyenda islandesa
Literatura: Sagas y leyendas
Aunque poco conocida, la literatura islandesa es rica desde época medieval, momento en el que aparecen las primeras sagas.
Las Sagas son historias sobre la época del poblamiento de la isla (siglos X y XI) aunque escritas varios siglos después (siglos XIII-XIV). Preservan una gran cantidad de información sobre la sociedad y la cultura de entonces que se mezcla con algunos elementos fantásticos. Un combinado perfecto para un buen libro.
Entre las más famosas destaca la Saga de Njál por su esmerada prosa o la Saga de Erik el Rojo, personaje conocido por todos.
La leyenda islandesa cuenta con gran cantidad de seres fantásticos: elfos, trolls, enanos, gnomos o hadas son algunos de sus protagonistas.
Estas leyendas han impregnado la cultura popular y, por ejemplo, en Islandia todo el mundo sabe que los elfos viven en las rocas (y no como la imagen de El Señor de los Anillos que tenemos los demás).
Además, los datos afirman que alrededor del 50% de la población del país cree en la existencia de estas criaturas. Si quieres comprobarlo existe un mapa donde aparecen los últimos avistamientos de elfos, trolls o duendes.
Lugares en Islandia con leyenda
Los islandeses tienen una gran cantidad de leyendas asociadas a lugares concretos de su isla. Ejemplo de ello es la cascada de Gljúfrabúi, escondida en una garganta, resulta ser también el hogar de una troll. O la fisura montañosa de Rauðfeldsgjá, en la península de Snaefelness, donde podemos caminar y sentirnos en una película de fantasía. Eso sí, cuidado que cuentan las historias que un troll mora por la zona.
El interior del país, que puedes conocer haciendo el trekking del Laugavegur, es una tierra llena de escondites para toda clase de criaturas sobrenaturales.
También Asbyrgi, un inmenso cañón con forma de herradura con acantilados de hasta 100 metros de altura. Cuenta la leyenda que Sleipnir (el gigantesco caballo de Odín con ocho patas) posó una de sus pezuñas dejando la gigantesca huella.
Mientras estaba en Asbyrgi, pensando en las leyendas de caballos de ocho patas, un grupo de estos animales entró trotando en el claro donde me encontraba. Llegaron y se fueron en menos de un minuto, pero la impresión que me llevé me duró varios días.
Estar en la pisada de Sleipnir pensando en caballos y leyendas y que un grupo de estos haga su aparición, con los rayos del sol… Magia islandesa.
Pero no solo los islandeses han sido embaucados por la belleza del país. Otros como Julio Verne también vieron fuerzas ocultas en estos rincones. Así, en el libro de Viaje al centro de la tierra, Verne, sitúa la entrada a las entrañas del planeta en el Glaciar de Snaefelness. Lugar considerado por los islandeses como el centro energético más importante de la isla.
Sin duda pasear por Islandia, tierra de hielo y fuego, es pasear por parajes de leyenda.
Los protectores del país: leyenda islandesa
Dice esta leyenda islandesa que el rey danés mandó a su mejor hechicero para que observara y conquistara Islandia. El hechicero, para pasar inadvertido, se convirtió en una ballena y se dirigió hacia la isla.
Cuando se aproximaba a la costa del sureste, un gigante salió a su encuentro y le advirtió ‘Te reconozco hechicero, aunque vengas disfrazado, por aquí no entrarás’.
Con esas el hechicero continuó hacia noreste pensando que se desharía del gigante. Cuando ya creía que lo había despistado, un dragón apareció en la costa. ’Estas tierras están protegidas, hechicero, márchate’.
El hechicero, entre sorprendido y enfadado, siguió por el mar en busca de algún lugar desde donde llegar a tierra. Cuando llegó al noroeste de la isla, otra sorpresa salió a su encuentro, esta vez un grifo. Y también en esta ocasión le fue imposible al hechicero llegar a la isla.
Con cierta desesperación se dirigió al único rincón donde aún no lo había intentado, el suroeste. Pero allí su suerte tampoco le acompañó y se encontró con un feroz toro que le imposibilitaba en paso.
Así fue como los protectores del país cumplieron su misión y el hechicero tuvo que volver con el rey danés tras fracasar en su encargo.
¿Qué te parece la leyenda?
¿Conocías algo de la literatura y las leyendas de Islandia?
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