El turismo vivencial en los Andes peruanos

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El turismo vivencial en los Andes peruanos supone una apuesta por un nuevo tipo de turismo que se basa en el respeto a las comunidades indígenas de la región y su entorno.

Sin duda la región de Cuzco es la más famosa de Perú. Las ruinas de Machu Picchu y el Valle Sagrado representan los lugares más turísticos de esta región y del país. Sin embargo cuando estuve en la zona descubrí que existe una zona que empieza a despuntar con un turismo justo, basado en el respeto por los habitantes de la zona y sus métodos de vida.

Se trata de comunidades que habitan en la montaña a unos 3.500-4.000 metros sobre el nivel del mar y que mantienen sus costumbres de vida: modelos agrícolas, textiles, de pastoreo, conocimientos de las plantas.

Turismo vivencial en los andes peruanos

El turismo vivencial en los Andes peruanos

Turismo vivencial en los andes peruanos Mi experiencia allíLos YachaqsComo llegar desde Cuzco

Mientras recorría el Valle Sagrado de los Incas oí hablar sobre las comunidades que vivían en las montañas. Me dijeron que eran lugares donde se podía ver la verdadera vida en los Andes. La antropóloga que llevo dentro no pudo resistir la curiosidad de ver cómo vivían en aquella zona.

Desde Pisac tomé la carretera que sube hasta Amaru. En este pequeño pueblo han apostado por mostrar al viajero los métodos tradicionales de confección textil. Desde el esquilado de la llama, la tintura de la lana, tejerla. Y además de aprender te puedes llevar un estupendo recuerdo. Que por cierto será algo único y no una artesanía en masa como las que encuentras en los mercados de Cuzco.

En el pueblo también cuentan con un pequeño restaurante donde se puede comer (y esta para chuparse los dedos).

El camino continua hacia arriba de la montaña y, animada por lo que había visto, subí más. Entre caminando y haciendo autostop llegué a Paru-Paru. Probablemente uno de los lugares que más me ha impresionado en mi vida.

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Es pequeño, en medio de una naturaleza que sobrecoge, grande, imponente. Parece como si los habitantes desafiaran a la naturaleza viviendo allí. Con una calma difícil de encontrar.

Turismo vivencial en los andes peruanos

Mi experiencia allí

Fui hacia un pequeño alojamiento (la casita que podéis apreciar en la foto de abajo) donde conocí a los propietarios del lugar, dos hermanos que habían, de manera particular, apostado por el turismo vivencial en los andes peruanos.

Compartimos unos tés y unas papas asadas. Y sobre todo charlamos. Querían hablar, que les contara cosas de mi país. Hablar sobre los viajes. Sobre la economía y el mundo.

Estuvimos charlando mucho rato. Y entre otras cosas de las que hablamos fue sobre el cáncer. Sí, el cáncer. Y es que los médicos le habían diagnosticado la enfermedad a su madre. Querían saber si la conocía ¿Si sabía lo que es el cáncer? Yo alucinaba pensando en que aún había gente en el mundo que no lo conocía. Afortunados, pensé.

Alojamiento de turismo justo

Hablamos sobre aquello. Nadie en la zona sabía qué era y cuando se la diagnosticaron a su madre ellos dudaron de la veracidad de lo que les contaban los médicos. Aunque me temo que al tiempo tuvieron que aceptar que esa nueva enfermedad era real.

Aquello me dio que pensar, la verdad. Está claro que los nuevos modelos de vida basados en el estrés, la comida basura y la falta de movilidad nos enferman y matan.

Apenas hay gente que hable español en estos pueblos, y cuanto más subes la montaña menos español se habla. Pero la gente es amable, poco acostumbrada a los extranjeros y muy dispuesta a ayudar. Incluso a dar indicaciones sobre por dónde seguir el camino, aunque todo sea con signos.

Entre ellos estuve con una viejecita que me regaló maíz tostado y a la que no entendí ni una sola palabra de las que dijo. Cuando nos terminamos de comer el maíz se levantó y se fue, sin más. Quiero pensar que me comprendió cuando le daba las gracias. Lo cierto es que hay veces que no hacen falta los idiomas para la comunicación.

Es un región en la que estás en plena naturaleza, donde el tiempo funciona de otra manera y la gente vive más relajada. De hecho es un lugar increíble para acampar sin problema, aunque debes tener en cuenta que está en altura y hace frío por las noches. (Si aún no sabes cómo ahorrar cuando viajas echa un vistazo a Cómo viajar sin dinero).

Los Yachaqs

En esta región 8 comunidades han decidido aunar fuerzas y han creado la Asociación la Tierra de los Yachaqs. Gestionada y administrada por ellos la asociación se encarga de llevar el turismo equitativo a la región.

Para ello han puesto en marcha servicios turísticos con los que podrás descubrir la región de una forma muy especial. Organizan desde excursiones de un día hasta visitas más largas. Desde descubrir cataratas hasta los usos de las plantas. Los secretos de los Andes nos son descubiertos por las comunidades andinas. Y sinceramente, merece muchísimo la pena.

Aquí tienes el enlace a su página web: AQUÍ

Si te interesa la experiencia es mejor que contrates una excursión directamente con ellos y no con las agencias del valle, de esta forma te aseguras que el dinero llega integro a la comunidad. 

Como llegar desde Cuzco

Desde Cuzco salen regularmente autobuses hacía el Valle Sagrado. Toma uno con dirección Pisac o Coya. Desde allí salen pequeñas carreteras hacia lo alto de la montaña. No hay autobuses que vayan en esa dirección. Tendrás que subir andando, en autostop  o taxi. Personalmente recomiendo subir andando-autostop.

Sin duda visitar estas comunidades es una experiencia increíble que merece mucho la pena. Para mí fue una de las rutas más especiales que he hecho nunca. Eso sí, no es para ir con prisa. Es para disfrutarla.

Esta experiencia fue como un viaje dentro de un gran viaje. Fue algo realmente único que quería compartir con vosotros y agradecer a Gonzalo, que vivió esta maravilla conmigo.

¿Conoces otros lugares donde se aplique este turismo? 

No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente

Julia Del Olmo

Julia Del Olmo

A finales de 2013 empecé mi primer viaje sin billete de vuelta. Desde entonces he viajado trece meses a dedo por Latinoamérica, he pasado nueve meses en el Sudeste Asiático, he ido de Madrid a Mongolia en una moto de 125cc. Ahora ayudo a otros a organizar sus viajes con mis Cursos y talleres ¡Nos vemos por el Camino Salvaje de la vida!

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